jueves, 15 de enero de 2015

Llevábamos 7 años juntos ¿Puedo recuperarla si nuestra ruptura fue amable y sin complicaciones?

Estimado Dr. 

Espero que me pueda ayudar. Ya sé que quizá mi caso está más o menos dentro de lo normal y todo eso pero no consigo encontrar el camino y me desespera un poco.

Me gustaría que me precisase durante cuánto tiempo debería mantener el contacto 0 en mi situación (la cual detallo en el primer email y resumo a continuación: llevábamos 7 años de relación, una relación sin grandes altibajos y es la primera vez que lo dejamos y la ruptura fue amable, sin reproches ni riñas. Llevamos 1 mes sin contacto).

Espero que no lo vea como un caso perdido y pueda echarme una mano.


Hola J.,

Veo los 2 emails anteriores pero no el detalle que comentas. Que la relación sea estable o haya sido más o menos tormentosa no afecta a la táctica de supresión del contacto. Deberías seguir las indicaciones del manual de forma explícita. Si aún no lo has leído te recomiendo que lo hagas, encontrarás prácticamente todas las respuestas allí expuestas. Si ya lo has hecho y me preguntas esto es porque has realizado una lectura no del todo atenta, probablemente fruto del estrés que implica estar en tu situación ahora mismo.

Intenta tranquilizarte usando alguna de las técnicas de relajación que verás en los últimos capítulos del libro y volver a leerlo, te darás cuenta que descubres mucho contenido que no habías visto en la primera lectura al dejarte llevar por los recuerdos de tu propia situación despertados durante el abordaje del texto.

El contacto 0 ha de ser idealmente de 30 días, aunque puedes ser un poco más flexible dependiendo de la situación particular y los supuestos indicados en el manual, más adelante verás otras tácticas de contingencia en caso de que tengas que insistir de otra forma.

Como punto destacable te recomiendo que hagas el test del manual para saber si realmente vale la pena volver. Primero debes tenerlo claro y luego actuar desde ese convencimiento.

La frialdad en la ruptura puede parecer algo civilizado e ideal, sin embargo esa pasividad se puede volver en nuestra contra si la otra persona la percibe como apatía. El contacto cero no pretende mostrarnos como apáticos, sino como personas que al tener la autoestima bien puesta, solo se necesitan a sí mismos para ser felices (si además pueden compartir su felicidad y autoestima con una pareja, pues fenomenal, pero no dependen de ella). Esto, además de una técnica de reconquista es síntoma de una personalidad sana. Si logras cultivar esta forma de ser, ella querrá volver contigo de forma natural y el resto de las personas también querrán pasar más tiempo contigo. Es pura psicología, no hay nada mágico ni exótico.

Por favor repasa el texto donde verás en detalle todo esto y cómo aplicarlo a tu caso concreto.

Saludos,
Fabio Stussi

2 comentarios:

  1. Hace un mes y medio mi mujer después de preguntarle yo que le pasaba porque la notaba un poco rara me dice que esta agobiada y ella cree que no me quiere y se quiere ir de casa. Dos días después se fue para casa de sus
    padres y se llevó nuestras cuatro hijas, yo lo estoy pasando muy mal porque la quiero mucho y era una noticia que no me esperaba. Un mes antes de esto estábamos haciendo planes para cambiarnos de piso y mudarnos a otro más grande. Cuando se lo recuerdo me dice que eran momentos buenos que tenía, el caso es que llevo un mes rogándole que vuelva y cometiendo errores de espiarla seguirla y mandarle fotos nuestras por wasap. Me di cuenta de los errores que estaba cometiendo, llevo una semana de contacto cero salvo lo justo por las hijas que tenemos. Llevamos doce años juntos y nueve años casados ella me dice que ahora está segura pero que mañana no sabe lo que va a pasar pero que no me quiere dar esperanzas para hacerme daño. Jo sé que hacer ni como hacer. Un saludo,

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  2. Buenos días, Fabio. Te quería presentar mi historia para ver si consideras que su reconducción.

    Mi novia y yo llevábamos 2 años casi recién cumplidos cuando un día, hablando por teléfono, la noté rara (hace casi un mes). Le pregunté qué le pasaba y me dijo que no sabía, que sería el proceso de adaptación (pues acababa de llegar de una beca de 3 meses en Francia, una especie de Erasmus a los 33 años).

    Tras insistir, diciéndole que la notaba rara conmigo le pregunté si quería dejarlo, y me dijo que no sabía, que se acercaba a mi casa y hablábamos. Así fue, vino y me dijo que era la decisión más difícil de su vida, que no sabía si era la decisión correcta pero que, en fin, no me quería como antes, que pensaba que en los 3 meses que estuvo fuera me iba a echar de menos más de lo que me echó.

    Nuestra relación fue siempre muy buena, aunque me costó muchísimo llegar a enamorarla (a los 3 meses de empezar a "liarnos" ella iba a marcharse de Erasmus y ella no quería enamorarse, lo cual ocurrió y pasamos ese año sin problemas, me fui un mes de visita allí y todo genial). Nos conocimos en la universidad. Estudiamos la misma carrera. Después el mismo máster. Convivimos oficiosamente casi desde el principio y, oficialmente, durante un año en que nos fuimos a estudiar juntos a otra ciudad.

    Esa convivencia no salió muy bien, pues era un piso pequeño y yo soy muy desordenado, cosa que ella no tolera. Fueron bastantes las discusiones durante esa etapa (un año antes de dejarlo) y, fue ahí cuando la relación se empezó a desgastar, siempre según ella, porque después todo siguió muy bien. Ella se fue a trabajar fuera y yo convivía allí con ella el 80% del tiempo; todo iba perfecto. Sin embargo, nuestra relación estuvo marcada por la tristeza.

    Cuando la conocí, su abuelo acababa de salir de una enfermedad de la cual recayó a los 2 años de relación. Compartimos el dolor, las visitas al hospital que esa enfermedad implica, etc. Estábamos casados de facto, puesto que ella vivía con sus padres, yo pasaba semanas allí; y viceversa, ella en la mía.

    La relación, tanto de ella como mía con las respectivas familias era extraordinaria. Finalmente, a los 2 años y pico de relación, su madre falleció. Semanas antes de que esto sucediese, al padre le diagnostican un tumor en el hígado y le someten a un trasplante. Es decir, ella pasaba la semana en el hospital con su padre, y los fines de semana, en el otro.

    No sé si fueron esas circunstancias las cuales determinaron nuestra relación, que se sumió en la monotonía, no íbamos de viaje, no disfrutábamos de una relación convencional. Yo, entre tanto, engordé 32 kg, mi deterioro era notorio.

    Sin embargo, conseguí recuperar mi figura ya medio año antes de dejarlo. Hacía deporte y mi imagen había mejorado mucho. Finalmente llegó la beca, que consiste en trabajar y convivir con los demás becarios. No sé si habrá conocido a alguien allí, aunque ella lo niega. Hablábamos más bien poco, porque la vida social allí era intensa y nuestras conversaciones raramente superaban los 10-15 minutos.

    Tres días después de llegar, lo dejamos. Jamás en todo el tiempo de relación, habíamos llegado a tal extremo. Lo cierto es que desde que llegó la notaba algo distante, rara, lo cual achaqué a una simple ralladura mental mía. Cuando nuestros muchos amigos en común se enteraron, nadie se lo podía creer. Todo el mundo dijo siempre que éramos una pareja perfecta.

    Dos días después de dejarlo me acerqué a su pueblo a devolverle las cosas que tenía en mi casa, a recoger las mías y a intentar reconducir la situación, pero nada, dijo que no me quería como antes.

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